Syd Barrett
“Un diamante que sigue brillando”
“Un diamante que sigue brillando”
Si existe alguien importante en la historia del rock y la psicodelia ese es Roger Keith Barrett mejor conocido como Syd Barrett, fue cantante, guitarrista y compositor de Pink Floyd. Nacido un 6 de enero de 1946 en Cambridge, Inglaterra. A los 12 años muere su padre, hecho que influye mucho en la vida de Barret.
Por allá del año de 1965, Syd se une a la banda de Roger Waters, Nick Mason y Richard Wright, conformando este proyecto como una de las bandas más experimentales en la historia del rock: Pink Floyd, un nombre elegido por Syd Barret que proviene de los nombres de sus cantantes de blues norteamericanos favoritos: Pink Anderson y Floyd Council.
Su reciente concepto renovaría la escena del rock con psicodélicas notas que provocan mil estallidos de luz, color y sonoridad en todo aquel que escuche canciones como “See Emily play”, “Astronomy domine”, “Interstellar Overdrive” o "The Gnome”; canciones de su primer álbum: The piper at the gates of down de 1967, en el que Barret se encargaría de componer la letra de las canciones; es un disco en su totalidad psicodélico, además de experimental.
“Jugband Blues” fue la última canción que Syd Barrett compuso e interpreto para Pink Floyd, la cual está incluida en el álbum A Saucerful of Secrets de 1968.
Fue su única contribución, en esta canción. Syd parece más desconectado que antes del mundo; es un himno de triste despedida, no sólo de Pink Floyd sino también de la realidad, de la que Barrett parecía desvanecerse cada vez más.
No tardo mucho para que sus problemas con las drogas y sus desvaríos mentales orillaran a los demás integrantes de Pink Floyd a sacarlo del grupo, pues en principio querían que él siguiera componiendo; sin embargo la complejidad de sus letras y el cambio constante en la composiciones les hizo desistir de esa idea y en abril de 1968 anuncian su salida oficial.
Barrett continuaría con dos discos de estudio en solitario: The madcap laughs y Barret, que no tendrían tanto éxito como el anterior trabajo con Pink Floyd… presentaba una percepción diferente en canciones como “Dark globe”, “Octopus”, o “Terrapin” de The madcap laughs y “Dominoes” o “Love Song” de su álbum homónimo.
Después de esto nada haría sino refugiarse en casa de sus padres llevando una tranquila vida hasta su muerte.
Syd marcó las bases de Pink Floyd y no por nada la canción “Shine on you crazy diamond” que es en un tributo a Syd y aun más que eso, es la muestra de lo que fue y es para los demás integrantes de Pink Floyd.
Se cuenta incluso que en uno de los días en que se encontraban mezclando esta canción, se encontraron con un hombre gordo, sin pelo y sin cejas sentado en el estudio de grabación; y cuando se dieron cuenta de quién era quedaron sorprendidos, pues ese hombre era Syd Barret, hacia ya siete años que no lo veían y parecía casi imposible pensar que aquel hombre fuera Syd. Quizá fue coincidencia o quizá destino.
A pesar del uso de LSD Barrett no murió de una sobredosis, este murió a los 60 años de edad, unos dicen que fue por complicaciones de la diabetes que padeció, otros que por cáncer hepático, no se ha llegado a una conclusión, pero quizá el desgaste de su cuerpo por el consumo de psicotrópicos fue lo que en gran parte deterioro su salud.
Es cierto que el comportamiento de Syd fue cambiando quizá por el uso de LSD o tal vez por sus supuestos problemas mentales pero las contribuciones que hizo al rock progresivo y la psicodelia son una de las mayores influencias a otros grandes músicos como David Bowie, que al enterarse de su muerte dijo: “Syd era mi mayor inspiración. Su influencia en mis ideas fue enorme. Lo que más lamento es que nunca llegaré a conocerle. Es un diamante”.
Barret es un grande entre los grandes de la historia del rock, un diamante que seguirá brillando por siempre.
María G. Barrón A.
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