“LOS XOCOYOLES”
Cuentan los que vivieron hace mucho tiempo que había quien no creía en la palabra de sus antepasados, le contaban que al caer una tormenta con truenos y relámpagos salían unos niños llamados Xocoyoles. Estos son los niños que mueren al nacer o antes de ser bautizados, a los cuales le salen alas y aparecen sentados encima de los cerros y los peñascos.
Se dice que esos pequeñitos hacían distintos trabajos, unos regaban agua con grandes cántaros para que lloviera sobre la tierra, otros hacían truenos y relámpagos con unos mecates, por eso oímos ruidos tan fuertes y nos espantamos, pero el hombre no creía.
Un día después de una gran tempestad se fue a cortar leña a un cerro de ocotes, cuando llegó vio a un niño desnudo que tenía dos alas, atorado en la rama de un ocote.
El hombre se sorprendió, sobre todo cuando el niño dijo:
- Si me das mi mecate que está tirado en el suelo, te cortaré toda la leña que salga de este ocote.
- ¿En verdad lo harás?- le preguntó el hombre.
- Si, en verdad lo haré.
Como pudo, fue uniendo varios palos, al terminar puso el mecate en la punta y se lo dio. Cuando el niño tuvo el mecate en las manos le dijo al hombre que se fuera y regresara al día siguiente a recoger su leña.
El hombre se fue y el xocoyol comenzó a hacer rayos y relámpagos; el ocote se rompió y se hizo leña, cuando el niño terminó su trabajo y se fue volando al cielo a alcanzar a sus hermanos xocoyoles.
Al día siguiente el hombre llegó al cerro y vio mucha leña amontonada, buscó al xocoyol y no lo encontró por ningún lado.
Adaptación de una leyenda Náhuatl.
La inocencia de nuestros antepasados se muestra en tantas historias de la naturaleza ligadas a los acontecimientos que marcan el caminar de la humanidad por el mundo, así como las leyendas de cómo dejan de ser nómadas para dedicarse al sedentarismo cerca de un río o lago. Dudó que en nuestra ciudad haya personas crédulas de estas leyendas, sin embargo tengo la esperanza que en pueblos alejados de tanta información aún se encuentren mentes sencillas es por ello que envío este escrito.
Los famosos reyes magos que visitan nuestro perverso mundo cada noche 5 de enero según la tradición mexicana, se comparan con una peculiar viejita llamada Befana que obsequia regalos a los niños italianos buenos y carbón a los que se han portado mal durante el año.
Viridiana Benavides M.
No hay comentarios:
Publicar un comentario