Maestro Paz…
Con tus ojos misteriosos, tu pelo blanco canoso, las cejas pobladas y desafiantes, la nariz fuerte y determinante, tu elegancia imponente; te convertiste en un mítico fénix de alas doradas, que nos contó del silencio y de los rincones del alma.
Todo comenzó un 31 de marzo de 1984 en la ciudad de México, criado en un lugar llamado Mixcoac, ahora parte de la ciudad de México, su madre se llamaba Josefina Lozano y su padre Octavio Paz, como él. Durante su niñez fue criado por su madre, su tía y su abuelo Ireneo Paz. Eran tiempos de la Revolución Mexicana, su padre era abogado de Emiliano Zapata y, posteriormente, estuvo en el movimiento de la reforma agraria.
Durante un tiempo Octavio Paz estudio en EE.UU., ya que su familia se había mudado a aquel país pero, de regreso a México, Paz estudia la preparatoria en el Colegio Francés-Morelos (hoy Centro Universitario México) en la Ciudad de México.
Siendo aún un adolescente escribió su primer poema titulado “mar de día”, dos años después publico su primer copilado de poemas llamado “Luna Silvestre”.
Para 1937, Paz ya era considerado como el poeta más joven y prometedor de la capital mexicana.
En realidad Octavio Paz siempre se encontró inmerso en un mundo de letras, canciones y pensamientos del alma, gracias a que durante su niñez su abuelo Ireneo lo influencio con las corrientes de la literatura clásica y el modernismo mexicano que estaba surgiendo, posteriormente, durante su juventud, Paz se sintió influenciado por la preocupación social que reinaba el país, termino la universidad en 1937 en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Posteriormente decide viajar a Yucatán, donde trabaja como maestro y al mismo tiempo se da a la tarea de escribir sobre los sentimientos reinantes de carencia y desesperanza que sufrían los campesinos, todo este sentimiento e ideas se ven plasmadas en su poema “Entre la piedra y la flor”.
Con una visión angustiosa sobre la condición de vida de su país, Paz se siente inspirado y estremecido a la vez, sentimientos que le ayudaran durante toda su vida a enfrentar la realidad de México y sobre todo durante sus años como diplomático
Mexicano, de 1946 a 1962 reside en Francia con este cargo, y durante este periodo escribe su libro “El laberinto de la soled”. Octavio Paz se convierte en ganador de diferentes premios literarios por sus trabajos, en especial se convierte en ganador de “El premio Novel de literatura de 1990”.
Es así como el maestro Octavio Paz pasa a la historia como uno de los poetas más grandes de Hispano America y como uno de los pensadores más importantes del siglo XX.
Así pues el maestro Paz no sólo fue poeta, diplomático y ensayista, fue y siempre será uno de los más grandes pensadores y visionario del siglo pasado. Muere el 19 de Abril de 1998 a los 84 años, en el lugar que lo vio nacer, la ciudad de México.
El maestro dijo una vez:
“Para el habitante de Nueva York, Paris o Londres, la muerte es palabra que jamás se pronuncia porque quema los labios. El mexicano, en cambio, la frecuenta, la burla, la acaricia, duerme con ella, la festeja, es uno de sus juguetes favoritos y su amor más permanente. Cierto, en su actitud hay quizá tanto miedo como en la de los otros; más al menos no se esconde ni la esconde; la contempla cara a cara con paciencia, desdén o ironía”.
Gabrielle Vallejo M.
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