Junio 2011, 3er aniversario

Cuando uno crece comienza a preguntarse qué es lo que está haciendo, si lo que hace está bien o está mal, a dónde nos llevan esas decisiones y sobre todo, si estamos a gusto con ellas.

La motivación llega con los resultados. El Muro cumple este mes de Junio de 2011 su tercer aniversario, y nos sentimos sumamente contentas de poder decir que, cada edición es un espejo de nuestros deseos y de nuestros corazones. Cada hoja es fiel a nosotras mismas.

A lo largo de estos tres años hemos enfrentado retos de verdad importantes, también disfrutamos de nuestros triunfos, pero, lo más delicioso es poder conocer y compartir este espacio con gente tan apasionada como nosotras.

Nuestros lectores y colaboradores alimentan a esta publicación y a sus humildes soñadoras que siempre buscan hacer lo mejor para ustedes.

En esta ocasión, no solamente presentamos nuestra fabulosa portada de “gala”, elaborada artesanalmente por las soñadoras y nuestros diseñadores, también nos permitimos presentar, en esta primer hoja, una verdad muy especial… la verdad de ser escritores y seres humanos… en boca de uno de nuestros colaboradores:

Reflexión Primera:
No sé si mis versos formen un poema, y si realmente mis poemas tengan poesía. Yo le escribo al amor en cualquiera de las formas concebidas por el Hombre. Le escribo a la mujer en su grandeza cósmica, madre de todo ser pensante sobre La Tierra.

Escribo para mitigar la cruda antipatía a la vida, y recuperar la luz del sol en mis ojos. Escribo porque para mí, no hay mejor manera de aprender a llorar de alegría.


- Daniel Cadena B.

Soñadoras, colaboradores, lectores… amigos… Muchas gracias por todo el apoyo, desde el fondo de nuestros corazones.

Bienvenidos a El Muro, con tres añitos!!

Sinceramente:
Ivonne Mancera
Directora Editorial

lunes, 14 de diciembre de 2009

La niña buena. Por: Gia Lovetts

“Si…”

Desconocido:

Te hablo a ti porque da igual a quien le escribo.

Me encuentro solo en mi hogar, no puedo decir en qué momento me he convertido en esto, en qué momento me volví algo tan frívolo.

Tengo miedo de salir y de pensar qué le pasa por la cabeza a las personas cuando me ven deambular. Tengo miedo de que se acerquen a entablar una charla conmigo, porque significaría hacer un nuevo cajón en mi vida para otra persona, y la verdad es que alejo a quienes intiman conmigo.

Pienso que ahora no me gusta que sepan de mí, quiero decir que prefiero guardar mis ideas para que no me conozcan.

Me encuentro en una situación peor: antes curaba heridas, ahora me regocijo de crearlas en los demás. Me gusta provocar dolor ajeno… y ni siquiera eso me vuelve en un hombre feliz.

Lo único que me mantiene cuerdo en este instante, es estar en el mismo lugar; no soportaría encontrarme en otro sitio. Me alimento de ilusiones vacías en el que personas de gran jerarquía comprenden mejor lo que me ocurre que cualquier otra persona cercana a mí.

Me interesan más las cosas materiales, porque encontré más facilidad en ellas que en los sueños. Quien alguna vez haya dicho que las personas con dinero no tienen amor… que error el suyo. Para comprenderlo tendría que saber lo complicado de tenerlo y que mis problemas no son en absoluto por amor…

Es sobre el miedo eterno de vivir, de ser diferente. El miedo de lograr algo perdurable. El miedo de encontrar la dicha completa y que me sea efímera.
Mi miedo, persona desconocida, es que el mundo sepa en qué me he transformado.

Gia Lovetts


Llegué en diciembre y el mismo mes me retiro. A las personas maravillosas que conocí por “Cuchicheo”, gracias por enseñarme parte de lo que son. Lectores: les envío agradecimientos, millones de besos y estrellas de buenos deseos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario