El cielo de París
No importa dónde te encuentre mi amor, siempre tendremos este nuestro amor. Cuando te sientes perdido, y te sientas muy confundido, recuerda el cielo de París y cada tarde que vivimos sobre él.
Las tardes de flores por el parque con ese cielo de París, con el amor en el ambiente como un perfume suave, con el arte a nuestros pies y la felicidad en el corazón pobre.
Los años que pasamos bajo el cielo de parís fueron los mejores años de nuestra dulce juventud, pero no fueron los últimos. Cuando regresemos, el cielo de París nos estará esperando, entonces, seremos inmensamente felices bajo ese cielo que sabe que nos amamos; bajo ese cielo que protege a los amantes muy enamorados.
Cuando regresemos al cielo de París tu y yo, mi amor, seremos de nuevo felices, de nuevo unidos, de nuevo una pareja destinada al amor de una sola mujer, al amor de un solo hombre, a nuestro mundo secreto bajo el cielo de París.
Gabrielle Vallejo Montaño.
For my Little Prince…Remember this years and our adventures together… always in your heart
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Sólo ahí adentro
Sólo en el silencio de mi alma puedo cantar, puedo preguntar si soy una ilusión; sin preguntarte a ti monsieur… ¿Qué soy para ti?
Sólo en el silencio de mi alma puedo ser celestial y decidir el final de mi sufrimiento, que me acompaña en el sueño y en la desesperación del vivir.
Sólo en el silencio de mi alma puedo encontrar esperanza, puedo soñar con el futuro y con una mañana en un verde prado.
Sólo en el silencio de mi alma puedo mirar por mi ventana, y comenzar a ver la vida por vez primera, con sus detalles y sus finales, y sin que ella me vea a mí.
Qué bello es vivir en el silencio de mi alma, sin ningún muro que me encarcele, sin ninguna barrera o distancia. Tan sólo la libertad de sentirme pura y echando a volar mis alas.
Sólo en el silencio de mi alma puedo demostrar fragilidad, porque no existe nada más, no existe nadie más, tan sólo mi esencia que se transfigura en muchos colores, en muchos sabores y en nada… como yo lo he soñado…
La libertad es la esencia del ser, y el ser es la esencia de la verdadera libertad, la plena, la intensa, la maravillosa… es también la paz..
Gabrielle Vallejo Montaño.
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