Junio 2011, 3er aniversario

Cuando uno crece comienza a preguntarse qué es lo que está haciendo, si lo que hace está bien o está mal, a dónde nos llevan esas decisiones y sobre todo, si estamos a gusto con ellas.

La motivación llega con los resultados. El Muro cumple este mes de Junio de 2011 su tercer aniversario, y nos sentimos sumamente contentas de poder decir que, cada edición es un espejo de nuestros deseos y de nuestros corazones. Cada hoja es fiel a nosotras mismas.

A lo largo de estos tres años hemos enfrentado retos de verdad importantes, también disfrutamos de nuestros triunfos, pero, lo más delicioso es poder conocer y compartir este espacio con gente tan apasionada como nosotras.

Nuestros lectores y colaboradores alimentan a esta publicación y a sus humildes soñadoras que siempre buscan hacer lo mejor para ustedes.

En esta ocasión, no solamente presentamos nuestra fabulosa portada de “gala”, elaborada artesanalmente por las soñadoras y nuestros diseñadores, también nos permitimos presentar, en esta primer hoja, una verdad muy especial… la verdad de ser escritores y seres humanos… en boca de uno de nuestros colaboradores:

Reflexión Primera:
No sé si mis versos formen un poema, y si realmente mis poemas tengan poesía. Yo le escribo al amor en cualquiera de las formas concebidas por el Hombre. Le escribo a la mujer en su grandeza cósmica, madre de todo ser pensante sobre La Tierra.

Escribo para mitigar la cruda antipatía a la vida, y recuperar la luz del sol en mis ojos. Escribo porque para mí, no hay mejor manera de aprender a llorar de alegría.


- Daniel Cadena B.

Soñadoras, colaboradores, lectores… amigos… Muchas gracias por todo el apoyo, desde el fondo de nuestros corazones.

Bienvenidos a El Muro, con tres añitos!!

Sinceramente:
Ivonne Mancera
Directora Editorial

domingo, 17 de enero de 2010

La Sala Oscura en Enero. Por Ivonne B. Mancera


Eterno resplandor de una mente sin recuerdos:
“Bórreme este hemisferio, por favor.”



Innumerable número de veces hemos querido borrar sucesos de nuestra memoria. En muchas ocasiones hemos deseado que algún acontecimiento desaparezca de nuestra cabeza. El director Michel Gondry, de la mano de un gran escritor Charlie Kaufman, nos demuestra que borrar no siempre es lo que queremos.

Eterno resplandor de una mente sin recuerdos inicia con un espiral que nos lleva al final de una historia que aun no conocemos, como es la realidad del ser humano. Desde el principio, Gondry logra que nuestros ojos se abran a su máximo para poder apreciar lo que está sucediendo en las primeras escenas. Joel Barish (interpretado por Jim Carey, en un papel fuera de lo “normal” para el actor) se encuentra deprimido y enojado por la mujer que acaba de borrarlo, y no sólo metafóricamente, de su vida.

Las imágenes que nos expone Michel Gondry al ir narrando la historia resplandecen por sus colores, por la capacidad narrativa del director y las actuaciones divertidas y tristes de Carey y Kate Winslet, en el papel de Clementine, la divertida y algo histérica novia de Joel.
Con un tono casi sarcástico, Eterno Resplandor nos lleva en una viaje por las emociones que experimentamos todos los seres humanos cuando nos encontramos en una relación; sentimientos de enojo, pasión, alegría y tristeza que nos hacen sentir vivos y que se van guardando como partes de la memoria de toda una vida.


Con una serie de acontecimientos, algunas veces tiernos y otras veces agresivos, Clementine y Joel nos regalan una visión de lo que todos hemos soñado con experimentar o vivimos ya en algún tiempo con la persona a la que amamos.
Con vistas a la niñez de los protagonistas, quienes tratan de escapar de sus propias decisiones y de sus propios recuerdos.

Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, nos obsequia una manera distinta de ver las cosas. ¿Qué sucedería si tuvieras la oportunidad de borrar a la persona que más has amado y más daño te ha hecho?, si pudieras elegir ¿te enamorarías de la misma persona?.

Esta película no sólo está llena de fantasía, romance y un sarcasmo ligero, también nos invita a evaluar la forma en cómo vemos nuestro pasado y el valor que le damos a ello, sugiriéndonos oportunidades que tal vez no tengamos pero que también, tal vez no queramos o podamos manejar.

El amor es difícil… pero tendremos siempre el eterno resplandor de los recuerdos.




Ivonne B. Mancera

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