Junio 2011, 3er aniversario

Cuando uno crece comienza a preguntarse qué es lo que está haciendo, si lo que hace está bien o está mal, a dónde nos llevan esas decisiones y sobre todo, si estamos a gusto con ellas.

La motivación llega con los resultados. El Muro cumple este mes de Junio de 2011 su tercer aniversario, y nos sentimos sumamente contentas de poder decir que, cada edición es un espejo de nuestros deseos y de nuestros corazones. Cada hoja es fiel a nosotras mismas.

A lo largo de estos tres años hemos enfrentado retos de verdad importantes, también disfrutamos de nuestros triunfos, pero, lo más delicioso es poder conocer y compartir este espacio con gente tan apasionada como nosotras.

Nuestros lectores y colaboradores alimentan a esta publicación y a sus humildes soñadoras que siempre buscan hacer lo mejor para ustedes.

En esta ocasión, no solamente presentamos nuestra fabulosa portada de “gala”, elaborada artesanalmente por las soñadoras y nuestros diseñadores, también nos permitimos presentar, en esta primer hoja, una verdad muy especial… la verdad de ser escritores y seres humanos… en boca de uno de nuestros colaboradores:

Reflexión Primera:
No sé si mis versos formen un poema, y si realmente mis poemas tengan poesía. Yo le escribo al amor en cualquiera de las formas concebidas por el Hombre. Le escribo a la mujer en su grandeza cósmica, madre de todo ser pensante sobre La Tierra.

Escribo para mitigar la cruda antipatía a la vida, y recuperar la luz del sol en mis ojos. Escribo porque para mí, no hay mejor manera de aprender a llorar de alegría.


- Daniel Cadena B.

Soñadoras, colaboradores, lectores… amigos… Muchas gracias por todo el apoyo, desde el fondo de nuestros corazones.

Bienvenidos a El Muro, con tres añitos!!

Sinceramente:
Ivonne Mancera
Directora Editorial

domingo, 24 de enero de 2010

Creencias y Rituales, Enero. Por: Gabrielle Vallejo M.


Creencias y Rituales…

Ahora que comienza el año, las cosas deberían cambiar para mejor, pero si el año pasado fue malo talvez sea una señal que éste no será mejor.

Y precisamente partiendo de este punto de histeria colectiva (y me incluyo), siento que es interesante que toquemos un punto sensible dentro de nuestra cultura, me refiero a los rituales y ofrendas de carácter místico que todos llevamos acabo para que nos vaya mejor en la vida.

Y digo todos por que, en algún momento de nuestra vida nos encomendamos a algo o hacemos algo para estar en armonía cósmica con una energía suprema.

Primero que nada acerquémonos a la definición de ritual.
Un ritual es una serie de acciones, realizadas principalmente por su valor
simbólico, el cual puede ser de carácter religiosa o sólo por costumbre, pero al paso de los años los dos se convierten en tradiciones de las persona o del grupo de personas que lo celebran juntos.

El mundo de los rituales es muy amplio, cada cultura, cada filosofía, cada religión tiene desde tiempos ancestrales su expresión ritualística especial.
La invocación de los elementos de la naturaleza, los puntos cardinales, el uso de hierbas, plantas, flores, frutas, los animales de sacrificio, la invocación a las deidades, los símbolos y mántras sagrados, son algunos ejemplos de los elementos que pueden ser parte de un ritual.

Sin llegar demasiado lejos es bien sabido que la santa misa católica es un ritual muy tradicional dentro de nuestra cultura mexicana.

Por eso al celebrar un año más de vida es una parte fundamental de la naturaleza humana encontrar una forma para agradecer a una energía suprema que en nuestro parecer dirija nuestra dimensión y el espacio donde habitamos.

Todos en el mundo necesitamos creer en algo, sólo que lo manifestamos de diferentes formas.
Así que durante el transcurso del año será interesante ir analizando diferentes ritos y tradiciones en esta nueva sección creada para todos ustedes.

P.D.: Sí alguno de nuestros lectores gusta contarnos algún rito propio o uno que les llame la atención seria increíble que nos escribieran a nuestro correo o entren a nuestro blog y nos lo cuenten, para posteriormente platicarlo aquí en nuestra sección.


Gabrielle Vallejo M.


En esta sección utilizamos información de algunas fuentes como:
http://www.enplenitud.com/nota.asp?articuloID=9444
http://es.wikipedia.org/wiki/Ritual

Leyendo por ahí, Enero. Por: Gabrielle Vallejo M.

El Principito


De Antoine de Saint-Exupery, escrito en 1943, “Le Petit Prince” es un libro que ha marcado mi vida, no sólo porque es un cuento magnifico, si no porque me ha ayudado a mantener mi corazón de niño.

Hace muchos años no leía éste libro, sin embargo decidí desempolvarlo y retomar su lectura, ya que cada vez que lo leo me siento inspirada por su magia. Siento que nunca hay porque crecer del todo, se puede madurar y ser una persona adulta, pero siempre podrás ser un niño en tu corazón. Y precisamente el escritor era un hombre que tenía alma y corazón de niño, un hombre que deseaba volver a sentir la libertad de la niñez, en mi mente imagino que Antoine busca reivindicarse y le pide perdón a su niñez con este hermoso libro.

De lenguaje poético sencillo e ilustraciones de carácter y técnica infantil, “El principito” es un cuento que va más allá de las palabras y procura dejar un mensaje que cambie tu vida.
Es un libro de carácter descriptivo que se centra en la vida de un pequeño niño que dice ser un príncipe que viene de otro planeta.

El libro comienza con el recuerdo del aviador, tratando de recordar la lámina del bosque virgen donde salía una boa constrictora tragándose a una fiera, después de analizar, el niño decide dibujarlo y enseñar su obra a la gente mayor, pero estos sólo truncan su deseos de dibujar y le regalan su primer frustración, a partir de este momento el aviador se transforma en una persona grande y abandona a su niño, porque no es práctico ser un niño.

En el segundo capítulo, el aviador ya es un hombre maduro, que en su viaje por el desierto del Sahara se descompone el motor del avión, así que no le queda más que aterrizar y dormir en el desierto.

A la mañana siguiente lo despierta la voz, de un pequeño niño, que quiere que le dibuje un cordero, el aviador se intriga, no puede creer que un niño tan pequeño este solo en el desierto. Es entonces cuando nos damos cuenta de la primera barrera de ser una persona grande, el no creer, el pensar que solo existe lo lógico y que hay que juzgar, para comprobar.
Con el paso del tiempo a pesar de que le cuesta trabajo al aviado comprender de donde viene el Principito, va uniendo las piezas de la platica del principito sobre su vida.

El Principito le cuenta al aviador que viene de un planeta llamado el asteroide B 612, le contó también que en su planeta hay tres volcanes (dos de ellos activos y uno no) y su mayor tesoro es una rosa. Cuando está en su planeta se dedica a cuidar los árboles baobab que constantemente intentan echar raíces. Si les permite crecer, los árboles partirían su planeta en pedazos.

Pero un día el Principito decidió marcharse de su planeta, algo que lo mortificaba muchísimo, ya que el amaba a su planeta, su trabajo y a su hermosa rosa, pero ya no sabía como vivir con ella, ya que a pesar de ser muy hermosa era muy caprichosa y siempre le estaba reprochando todo. El Principito no lo sabía pero, el amor duele, y el amor egoísta hace daño.

Cuando el Principito se va de su planeta aprovecha a los pájaros que pasan y se sujeta de ellos; lo llevan a viajar por el universo, y conoce seis planetas, en cada uno de esos planetas existía una persona que representaba un papel y un conflicto, un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, los cuales, a su manera, todos ellos son la representación de los males que afectan a las personas mayores y como eso las lleva a la soledad y al olvido.

Luego por recomendación del geógrafo el Principito va a visitar el planeta tierra, pero queda atrapado en éste. A él le parece un planeta espantoso y sólo piensa en como volver al suyo.

El Principito sufre por no haber sido más maduro para comprender a la rosa, lo cierto es que el Principito no tenía por que soportar la carga de los problemas de la rosa.

Sin duda la parte más inesperada y hermosa del libro son las resoluciones de la historia, como cada uno de los personajes encuentra las respuestas en sí mismos.

El Principito se despide del aviador y le dice que no sufra, que piense que cada noche las estrellas le sonreirán, por que el desde su planeta le sonreirá.

“Por eso ningún adulto sabrá nunca que es tan importante cuando se mira el cielo y uno se pregunta: ¿el cordero, si o no, ha comido a la flor? Y veréis como todo cambia en el cielo. Y si no eres de espíritu limpio nunca lo comprenderás”.

El Principito nos aporta la enseñanza mas grande de todas: nadie te puede decir qué es lo correcto o cómo se tiene que interpretar la vida. Así es como el Principito nos ejemplifica el sentido de la vida, del amor y la amistad.

“no se ve lo que es importante”.
El Principito.

Gabrielle Vallejo M.

Letra Escarlata, Enero. Por: María G. Barrón A-

Y todo será felicidad

No tengo la certeza de tener la razón,
si los deseos fueran
al menos espejismos,
si creyera que es cierto
por un minuto, un segundo,
un reflejo en el agua quieta
como un pensamiento en la niebla.

Si hiciera una promesa
que no deseo cumplir.
Tal vez la angustia
me robaría los lamentos
y en un grito de desesperación decida,
sin intención alguna,
revivir a un muerto:
La vergüenza.

Mis errores no son los tuyos,
haré como si todo quedara en el olvido,
pasaremos los momentos más felices
y algún día me marcharé,
quizá sienta como pierdo
lo que nunca tuve.

Quizá mañana ya sea muy tarde,
quizá entonces mis errores
te mostraran la verdad:
que he tenido los ojos cubiertos
y las manos atadas.

La paciencia que has tenido no cuenta.
Hay un pequeño mundo de ideas
y un ancho mar de dudas:
No hay respuestas.



María G. Barrón A.
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Expirar y desaparecer


Tanta luz y yo en la oscuridad,
no queda reflejo de mí
y de los que se fueron
en algún momento.

Las luces iluminan la ciudad,
yo sigo sin ver nada;
aun no abro las botellas de vino
y las copas ya están vacías.

Espero ver algo que no existe,
como tantas cosas que no veo
y creo que están ahí.

Alguna vez me lo pregunte:
¿He vivido a voluntad de otro?
aun no me siento como marioneta
quizá como mensajero.

Es mucho lo que quiero encontrar,
somos dos o muchos o ninguno.
Y da lo mismo,
que ruegue o que no diga nada
no cambiara las cosas.
Es lo mismo que al principio.

¿Cuántas veces será necesario,
abrir la ventana y caer por inercia
o nadar contra corriente
para seguir gritando
mientras me ahogo?


María G. Barrón A.
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Gritería


No sabré más de mí, ni de otros
sin intención de conocer
con la conciencia suficiente para olvidar.
Estoy simplemente cansada.


Y muriendo la risa
me despido,
y la irónica vida
otra vez se me va,
se me escapa como un grito,
al que pido por favor callarse,
antes de que el miedo regrese
al mismo lugar.


La inocencia ya no me basta
porque no significa nada.
Discutimos por lo que es mejor
pues me hace daño haberte conocido


¿Qué pasó con él “no sé?
y con las mentiras piadosas.
Las miradas que se esconden
y las verdades necesarias.


¿Es que no me puedo equivocar?
No basta con un sí o un no innecesario,
te sigues robando mi certeza
y me dejas tus razones
que no necesito.



María G. Barrón A.

El lunático, Enero. Por Ivonne B. Mancera


“No te conocí”


Llego de sorpresa. Me encontró limpiando una ventana. Un dolor intenso y profundo que en unos segundos se apodero de todo mi cuerpo.
Parecía que no me pasaba a mi, que veía el dolor de otra persona… se agudizo tanto que pensé saldría expulsada de mi cuerpo.

Me senté en el piso, y fue así como recobre la sensibilidad de mi propia piel. Mis ojos estallaban en lágrimas, sentía frío y un dolor en la espalda que me impedía asirme de algo para levantarme, no podía subir los brazos.

Estuve entonces sentada por largo rato, sosteniéndome el vientre con el trapo sucio aun en mis manos. No gritaba… pensé que el dolor siempre hacia gritar a las personas, pero yo no… no gritaba.
Comencé a sentir un líquido caliente bajar por mis piernas… eso fue lo último que vi… sangre.

Recuerdo estar en una cama, sabía que estaba recostada, nada más. De pronto escuchaba voces susurrando pero, nada más. No las reconocía, no me parecía que pudiera entender nada y no sabía que era lo que pasaba porque no me movía, pero tampoco miraba nada con claridad. ¿Tenía abiertos los ojos?.

Tenía el recuerdo del dolor como si nunca hubiera existido, como si hubiera sido un sueño o lo hubiera visto en una película, un fin de semana. Estaba preocupada, porque no pude ir a comprar las cosas para cenar, no llamé a mi madre para decirle que estaba bien y regresaba a la ciudad en un mes… no había hablado con mi papá de mi último trabajo.

Mi hermana estaba conmigo, pero no recuerdo haberle gritado… creo que el dolor me enmudeció. El dolor siempre me provocaba terror, últimamente el pensamiento del dolor que me llegaría en algún momento era constante en mi cabeza, estuviera concentrada en otra cosa o no.

Recordé entonces la sangre que me hizo sentir las piernas, pero no recordaba qué más paso… las voces, la cama que me inmovilizaba… ¿qué rayos estaba pasando? No sabía yo algo de mi, no sabía yo algo de nadie.
Un pensamiento me atravesó la cabeza y me hizo doler la frente, una punzadita como la que me provocó dejar de limpiar, no hablarle a mi madre, no charlar con mi padre y no comprar la cena.

No iba a comprar muchas cosas… quería tal vez un pan de esos de muertos que nos gustan tanto, tal vez pasar por el local ese donde siempre hace mucho frío para comprar café. Nada más.

Ahora no sabía qué era de mi… y un montón de brazos y piernas de fetos, desprendidos de sus cuerpos, me bombardearon la cabeza, que ahora me jodia con intensidad, hasta el grado de hacerme cerrar los párpados que no sabía si tenía aun… quise apretar mis sienes para que me doliera menos pero… mis manos no estaban.

Otra vez escuche las voces, tuve una última imagen de brazos chiquitos destrozados y… una fotografía mía de cuando estuve sentada en el piso, con el dolor que me hacía arquearme y me impedía gritar, que no me dejo ir por el café.

De pronto me encontré perdida en el tiempo. ¿Era el mismo día?, ¿era el mismo año?, ¿era yo la misma? Porque no me sentía como yo, porque no era yo… algo me faltaba.

Otra vez la sensación de la sangre tibia recorriéndome las piernas, las voces y esa sensación de haberme quedado cuadraplejica. Pensé en todas aquellas veces que mi abuela me relato esas ideas que me parecía absurdas sobre todo de esa gente que de pronto se moría o que ya no podía caminar. Ahora no parecían absurdas… ¿estaba yo muerta?... ¿es así la muerte?.

Otra vez ese recuerdo que no había entendido y se borró cuando pensé en la sangre. ¿Él?, ¿cómo estaba él?... ¿sabía que yo estaba tirada en el piso frío, sangrando tibiamente, aguantándome el dolor y con las ventanas sucias, sin poder gritar o llamarle a mi madre?. Lo quería ver enseguida, siempre que me hablaba pasaba el dolor, la tristeza, la frustración… “¿dónde estás amor?” pensé sin poder moverme, sin poder recordar, sin poder saber… sin nada.

Lo extrañaba, como si no lo hubiera visto por años, pero recuerdo que se despidió de mi por la mañana, cuando yo aun estaba dormida. Me susurro algo que ahora mismo no recuerdo y me besó en los labios… me arropo y cuando trate de abrir los ojos, lo vi salir del cuarto de puntitas.
¿Qué me dijo?, ¿lo volveré a ver?. “Te amo”, pensé.

Las voces volvieron, también las fotos de fetos destrozados. Entonces el dolor volvió, con menor intensidad pero fregándome hasta los huesos. Apreté los párpados, sí los tenía… los sentía. Apreté los puños, sí los tenía, los sentía.

Comencé a escuchar todo tipo de ruidos: una respiración, unos pasos, una cuchara estrellándose con algún plato, las manecillas del reloj… mi corazón.
Sólo un corazón… eso no era normal.

Abrí los ojos sin poder controlar mis movimientos, parecía que había dado la indicación de sentarme, pero mi cuerpo no respondió. Apenas pude levantar la cabeza.
Ahí estaba, acostado en el sillón. Sí estaba yo en una cama... con un solo corazón latiendo. Me sentía agotada, destrozada.

Apreté los párpados otra vez, dándome cuenta de la situación… pensé en mi niño todo muertito, ese que no conocí, que me interrumpió cuando limpiaba la ventana, por él que no pude hablar con mi madre, ni platicar con mi padre… ni tomar café. Ojala no se hubiera ido.

Paso un día, paso otra noche… le escribí en una servilleta con mis manos aun débiles: No te conocí.

- Ivonne B. Mancera
Dedicado a todas las personas
que han perdido un poco de sí mismas.

domingo, 17 de enero de 2010

El Lunático en Enero. Ivonne B. Mancera

“Un cachito”


¿Cuántas veces el bisturí me atravesó?
Estuve dormida, tres días en cama, me hundí en sueños que no tienen alma.

¿Cuántas veces me visitaste Doc?
Me dijiste que me ibas a cortar en cachos, me juraste que voy a quedar viva pero en pedazos.

¿Cuántas pastillas?,
¿cuántas cirugías?,
¿cuántas flores que ya no me excitan?.

¿Dónde dejaste mis fragmentos?,
¿cuándo podrás levantarme para regar mi sangre?.

¿Cuántas veces él podrá tocarme?.


- Ivonne B. Mancera
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“Viaje de un vouyerista”


Te veo desde el espejo retrovisor,
aquí hay suficiente espacio
para provocar un derrumbe
o un orgasmo,
para dejar que la piel
se haga pedazos.

Te veo por el espejo retrovisor,
con la cabeza chueca,
los labios en forma de O
y tu chamarra manchada.

Te veo por el espejo retrovisor,
mientras viajamos
en un camino cálido,
mientras te acomodas el pantalón,
mientras me devoro la pasión.

Te veo por el espejo retrovisor,
me gustan tus párpados dormilones,
me gustan las sonrisas con canciones,
me gusta que tus palabras
no sean ligeras….
o prostituibles.

Te veo por el espejo retrovisor,
nunca encontré un reflejo tan tentador,
nunca había encontrado otro corazón…
nunca me había gustado tanto besar.

Veo astros por el retrovisor:
¡¡Luna!!
¡¡Sálvame de su esperma embarazador!!


- Ivonne B. Mancera


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“La pipa”


Desde el primer beso
tienes el poder de romper mis huesos,
desde el primer te amo
puedes ahorcar mi corazón,
puedes matarme despacio.

Entiende el contorno de tus manos,
que yo he convertido en asesinas…
no me hagas pensar
que es un suicidio estar contigo,
no me hagas pensar que soy de vidrio.

Quiero que estés para siempre conmigo,
quiero que necesites abrazarte,
que matarme …
pueda ser tu elección del domingo.

Desde el primer beso,
desde el primer te amo…
puedes hacerme polvito
y quemarme,
en la pipa de tu primo.

- Ivonne B. Mancera

Viaje Musical. Por Ivonne B. Mancera


RAMONES:
Quiero estar sedado

Los Ramones no querían cambiar al mundo, no querían marcar la historia de la música, no querían ser líderes de nada… sólo querían pasar un buen rato.
En Queens, Nueva York por el año de 1974, los Ramones comenzaron a mostrar una forma distinta de hacer música. Simple, extraña y explosiva. Siempre buscaron contrarrestar la extravagancia y la falta de realidad del Glam Rock.

Ver a los Ramones en vivo debió sentirse como un golpe rápido y certero, que te dejaba queriendo más; una explosión emocional y física que duraba tres minutos… no más.
Juntos, Joey, Johnny, Dee Dee y Tommy hacían temblar cada lugar en donde se presentaban, también influenciaban a todos los artistas que llegaban a verlos tocar, tanto músicos como pintores, escultores y hasta diseñadores de modas.

Sus influencias más fuertes se encontraban en el rockabilly y el surf rock, logrando desarrollar una tendencia más que nada minimalista, donde Joey tenía la oportunidad de cantar frases cortas, al igual que Johnny sustituyo los largos solos a los que el público estaba acostumbrado por tres acordes repetitivos que iban tomando fuerza gracias al estruendo de la batería de Tommy y el bajo imprudente de Dee Dee.

El atuendo del grupo se convirtió no sólo en un distintivo de los Ramones sino en el uniforme de guerra de las bandas del punk rock y de los seguidores de las mismas, tal vez para hacer notar una diferencia, una revolución artística que estaba en marcha.

Las críticas acerca de su forma de hacer música siempre fueron muy variadas; entre los eruditos del ambiente musical nunca fueron bien recibidos por carecer del virtuosismo de los grandes del rock (Jimmy Page, John Bonham, etc), sin embargo, algunos de éstos críticos se dieron cuenta de la importancia del nacimiento del Punk, no sólo por ser un nuevo género sino también para la salvación del Rock como estilo de vida y aportación cultural, tanto en Estados Unidos como en Europa con los Sex Pistols.

Es cierto que los Ramones nunca ganaron grandes premios, es cierto que nunca estuvieron en los primeros lugares de ningún top en ninguna lista pero, también es cierto que muchas de sus canciones se convirtieron en himnos de la juventud (Blitzkrieg Bop, I wanna be sedated, We´re a happy family), que revolucionaron el rock, que se convirtieron en líderes de un nuevo movimiento que reflejaba la personalidad e ideología de los jóvenes norteamericanos, es cierto que son los pioneros del Punk Rock americano. Ellos sólo querían pasar un buen rato.


Ivonne B. Mancera

La Sala Oscura en Enero. Por Ivonne B. Mancera


Eterno resplandor de una mente sin recuerdos:
“Bórreme este hemisferio, por favor.”



Innumerable número de veces hemos querido borrar sucesos de nuestra memoria. En muchas ocasiones hemos deseado que algún acontecimiento desaparezca de nuestra cabeza. El director Michel Gondry, de la mano de un gran escritor Charlie Kaufman, nos demuestra que borrar no siempre es lo que queremos.

Eterno resplandor de una mente sin recuerdos inicia con un espiral que nos lleva al final de una historia que aun no conocemos, como es la realidad del ser humano. Desde el principio, Gondry logra que nuestros ojos se abran a su máximo para poder apreciar lo que está sucediendo en las primeras escenas. Joel Barish (interpretado por Jim Carey, en un papel fuera de lo “normal” para el actor) se encuentra deprimido y enojado por la mujer que acaba de borrarlo, y no sólo metafóricamente, de su vida.

Las imágenes que nos expone Michel Gondry al ir narrando la historia resplandecen por sus colores, por la capacidad narrativa del director y las actuaciones divertidas y tristes de Carey y Kate Winslet, en el papel de Clementine, la divertida y algo histérica novia de Joel.
Con un tono casi sarcástico, Eterno Resplandor nos lleva en una viaje por las emociones que experimentamos todos los seres humanos cuando nos encontramos en una relación; sentimientos de enojo, pasión, alegría y tristeza que nos hacen sentir vivos y que se van guardando como partes de la memoria de toda una vida.


Con una serie de acontecimientos, algunas veces tiernos y otras veces agresivos, Clementine y Joel nos regalan una visión de lo que todos hemos soñado con experimentar o vivimos ya en algún tiempo con la persona a la que amamos.
Con vistas a la niñez de los protagonistas, quienes tratan de escapar de sus propias decisiones y de sus propios recuerdos.

Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, nos obsequia una manera distinta de ver las cosas. ¿Qué sucedería si tuvieras la oportunidad de borrar a la persona que más has amado y más daño te ha hecho?, si pudieras elegir ¿te enamorarías de la misma persona?.

Esta película no sólo está llena de fantasía, romance y un sarcasmo ligero, también nos invita a evaluar la forma en cómo vemos nuestro pasado y el valor que le damos a ello, sugiriéndonos oportunidades que tal vez no tengamos pero que también, tal vez no queramos o podamos manejar.

El amor es difícil… pero tendremos siempre el eterno resplandor de los recuerdos.




Ivonne B. Mancera

jueves, 14 de enero de 2010

La Utopía del Silencio. Por Gabrielle Vallejo M.

(De la serie de cuentos cortos)

Amor de delirio


La gente pasa junto al hombre, todos se le quedan viendo ya sea por su apariencia o su triste condición de pordiosero.

Él voltea para ver a las personas que se asombran cuando pasa, pero él se asombra más y más, ya que todos parecen salidos de cuentos, de personajes de fantasía. El hombre piensa que es extraña la gente que lo rodea, se mira en el vidrio de un escaparate de tienda y se ve normal, se ve como un muchacho, como el muchacho dulce al que amaba mamá.

No le da importancia a estos raros acontecimientos, desde que cumplió 10 años su realidad parecía cambiar, su madre le dijo que no se preocupara, que estaba convirtiéndose en hombrecito y que un hombrecito ve la vida con otros ojos.
Poco tiempo después al cumplir 18 años su madre murió y entonces el tiempo quedo suspendido para aquel hombre sin identidad, al que nadie en el mundo amaba, un hombre solo, lleno de tristeza. Fue cuando comenzó a vagar por las calles sin nadie que le prestara atención.

Una tarde después de caminar por todo el pueblo, asustar a las palomas, comer hojas de los árboles y mirar las formas de las nubes, la vio por primera vez, tan radiante, tan hermosa casi despedía luz; tenía algo que le recordaba a su querida madre, algo que el hombre no podía distinguir, entonce la observo como leía, como sonreía.


Él con ojos felices la observaba, pero no demasiado cerca para no asustarla; después de un ratito la muchacha se alejo, el hombre quedo triste, lo único que lo reconforto al irse de la plaza fue pensar que tal vez la volvería a ver, quizás otro día.

Pasaron los días y el hombre estaba feliz, saltaba de un lado a otro y bailaba, su corazón se regocijaba de pensar que la volvería a ver, pero llegaron las tardes y las noches y la muchacha nunca llego.

Un día el hombre ya se encontraba triste sin esperanza, pero sus ojos se iluminaron al ver a la muchacha en la plaza, ella, su amada. Él se sintió tan feliz que decidió dejar la timidez e ir a presentarse a platicar.
El hombre se acerco, pero la muchacha se asusto, ella no sabia sus intenciones; pensó que sólo era un loco, y sí lo era, pero un loco enamorado.

Al instante sintió ganas de huir, el hombre trato de alcanzarla pero se cayó, le dolió tanto que se quedo tirado en el piso llorando, la muchacha que había corrido, alcanzo a ver su caída y se sintió culpable. Regreso para ver si le había pasado algo malo, ya que después de todo, un hombre malo no llora.

La muchacha se acerco con cuidado y trato de ayudar al hombre, pero éste se tapaba la cara.
El hombre la vio, sin más ni mas la abrazo, la muchacha se asusto, grito, pero en cuestión de segundos el hombre la jaloneo, le arrebato algo y se fue corriendo.
Después de haber corrido sin saber donde ir, el hombre se escondió en un lugar que creía seguro. Abrió las manos y en ellas se encontraba el objeto de su amor, de su delirio.
Fin.

Gabrielle Vallejo M.

La Utopía del Silencio. Por Gabrille Vallejo M.

(De la serie de cuentos cortos)

“El Músico que talvez no existió”


Era de mañana en la plaza, la gente era poca y el frío se sentía a través de las chamarras.
El músico toca sus vacilantes notas, su cara refleja tristeza y un poco de desesperanza; al paso de las notas parece envolverse en un éxtasis angelical.
Los niños bailan al ritmo de las notas, pero las risas, así como las notas, se las lleva el viento. Las personas que rodean aquel ritual se arriman para buscar calor, pero no miran nada, nadie percibe al músico, a la persona que está debajo del sombrero y de esa ropa, un poco gastada y sucia.

El músico toca una canción de notas invernales, sus sentimientos se deslizan sobre ella y bailan con dolor. Pero al ver que la gente comienza a sentir su dolor y sus rostros parecen estar sintiendo tristeza, el músico comienza a tocar canciones de letras primaverales, por que recuerda que él sólo existe en el mundo por el anhelo de llevar un poco de magia y felicidad a las personas que se encuentran a su alrededor. La verdad es que ya no siente y sólo se deja a la intuición y a su percepción, analizando lo que está en el corazón y en el alma.

Las campanas del santuario comienzan a sonar para llamar a misa a los pocos feligreses que pasan por la plaza del centro. La música se va alejando con el ruido y con el viento que comienza a soplar más fuerte, levanta la basura que hay tirada y una que otra falda de las señoras que están ahí paradas; todos empiezan a caminar y otros a correr, el músico sigue tocando pero nadie lo escucha ya, se queda solo en su pedazo de plaza, en sus ojos se perdió la chispa de vida que existía cuando tocaba unos minutos atrás, recoge el estuche de su saxofón, guarda aquel mágico instrumento, se cierra un poco la gabardina color café, vieja y gastada, y se marcha, camina hasta la esquina para atravesar la avenida y, entre la gente, desaparece.

Yo escucho esa música a lo lejos, quisiera saber de donde viene, me paro de donde estoy sentado y me muevo hacía adelante, luego regreso sobre mis pasos buscando al músico que pareciera haber regresado.

Yo todavía traigo puesto mi Ipod, acaba de comenzar una canción que me gusta más. No logro ver nada, empiezo a perder el interés, las personas pasan platicando y muy absortas en sus pensamientos, nadie parece escuchar esa música misteriosa que arrastra el viento.

Nadie sabe ya nada del músico, y yo comienzo a olvidarlo.

Gabrielle Vallejo M.

La Utopía del Silencio en Enero. Por Gabrielle Vallejo M.


"No me gusta la Navidad"


No a todos nos gusta Navidad.
¡Que bueno que la Navidad acabo ya!. Llego enero y la vida comenzó de nuevo.
No es que odie la natividad pero, ¿cómo te lo digo para que me entiendas? mmm… odio navidad.

Cuando el año está por terminar, me hincó de rodillas y suplico que el año nuevo y la Navidad no lleguen jamás, o que llegue cuando esté dormido para que el golpe no me llegue tan así, tan seco.

Las noches comienzan a ser largas y mis pesadillas afloran, la cama se pone pesada y mi cuerpo me parece un poco muerto y de olor pestilente.
Pero, ¿qué pasa?, me pregunto, ¿por qué me comporto de éste modo?, me transformo cuando la fecha está cercana.

El frío es duro e intenso, mis ojos se llenan de lágrimas y mi mente de estupidos recuerdos; la noche triste está por llegar y yo no se que afán de la gente de alabar, dolor en el mundo no puede faltar, cada segundo un cristiano desaparece y no nos interesa hacer nada más que celebrar.

No... no… no a todos nos gusta la Navidad.
Que bueno que es enero y ya paso, que la vida comience de nuevo y todo florezca, al son de las dulces estaciones que crecen en mi nuevo corazón.

Gabrielle Vallejo M.