Junio 2011, 3er aniversario

Cuando uno crece comienza a preguntarse qué es lo que está haciendo, si lo que hace está bien o está mal, a dónde nos llevan esas decisiones y sobre todo, si estamos a gusto con ellas.

La motivación llega con los resultados. El Muro cumple este mes de Junio de 2011 su tercer aniversario, y nos sentimos sumamente contentas de poder decir que, cada edición es un espejo de nuestros deseos y de nuestros corazones. Cada hoja es fiel a nosotras mismas.

A lo largo de estos tres años hemos enfrentado retos de verdad importantes, también disfrutamos de nuestros triunfos, pero, lo más delicioso es poder conocer y compartir este espacio con gente tan apasionada como nosotras.

Nuestros lectores y colaboradores alimentan a esta publicación y a sus humildes soñadoras que siempre buscan hacer lo mejor para ustedes.

En esta ocasión, no solamente presentamos nuestra fabulosa portada de “gala”, elaborada artesanalmente por las soñadoras y nuestros diseñadores, también nos permitimos presentar, en esta primer hoja, una verdad muy especial… la verdad de ser escritores y seres humanos… en boca de uno de nuestros colaboradores:

Reflexión Primera:
No sé si mis versos formen un poema, y si realmente mis poemas tengan poesía. Yo le escribo al amor en cualquiera de las formas concebidas por el Hombre. Le escribo a la mujer en su grandeza cósmica, madre de todo ser pensante sobre La Tierra.

Escribo para mitigar la cruda antipatía a la vida, y recuperar la luz del sol en mis ojos. Escribo porque para mí, no hay mejor manera de aprender a llorar de alegría.


- Daniel Cadena B.

Soñadoras, colaboradores, lectores… amigos… Muchas gracias por todo el apoyo, desde el fondo de nuestros corazones.

Bienvenidos a El Muro, con tres añitos!!

Sinceramente:
Ivonne Mancera
Directora Editorial

lunes, 20 de diciembre de 2010

Leyendo por ahí, en Diciembre

“Ojos de perro azul”

De Gabriel García Márquez

“Entonces me miró. Yo creía que me miraba por primera vez. Pero luego… comprendí que era yo quien la miraba por primera vez”.

En el año de 1974, el gran escritor, creador del “realismo mágico” y ganador del premio nobel de Literatura en el año 1982, Gabriel García Márquez, publica una de sus maravillosas recopilaciones de cuentos llamada “Ojos de perro azul”.

Entre esta variedad de cuentos cortos se encuentra la historia con el nombre homónimo, que irradia y derrama esperanza, sueños y fantasías, como sólo García Márquez podía hacerlo.

La historia nos habla de dos personas, un hombre y una mujer, que se encuentran y se conocen solamente en sueños.

Lo horrible y verdadero que nos refleja el escritor colombiano en este relato es una de las verdades del amor, la realidad de dos seres que se aman con intensidad, que sienten una atracción física magnética pero que están separados, que se encuentran en mundos distintos.

Ella es una mujer soñadora, llena de esperanzas pero también de una adicción por la realidad que la hace sufrir, que le hiere cada parte del cuerpo y la motiva a seguir buscándolo por todos lados… va a cualquier lugar en su entorno y lo nombra, ante cada rostro masculino que parece ser de él, con quien sueña… susurra o grita: “Ojos de perro azul”.

Él en cambio, es un hombre realista, práctico, que visita sus sueños pero no busca quedarse en ellos… que no logra recordarlos todos ellos… y lo más difícil para ella… que no la recuerda.

Cada noche se encuentran en la misma habitación, un cuarto donde ella reconoce sus cosas, su maquillaje, su reflejo… donde él la mira, y siempre piensa que es la primera vez.

Esta historia puede ser nuestra biografía, nuestras ganas de estar juntos eternamente pero también, nuestra realidad de estar lejos.

Márquez retrata los deseos y los miedos del mundo, de las parejas, de los corazones… es por eso que al leer el cuento “Ojos de perro azul”, todos podemos encontrarnos, todos nos sentimos parte de la historia, de los personajes.

Este cuento es un pedazo del corazón de la tierra… dense la oportunidad de leerlo… de comprenderlo, pero lo más importante… de sentirlo.

“Eres el único hombre que, al despertar, no recuerda nada de lo que ha soñado”.

- Ivonne B. Mancera

Dedicado a nuestros corazones, que buscan cómo sanar pero no siempre saben cómo.

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