¡Nueva York en escena!
¿Alguna vez has deseado dirigir tu vida tan intensamente que todo se mueva con tus reglas, crear un mundo en donde todos hacen lo que tú quieres y todos sólo son personajes secundarios al lado tuyo? Pues de eso trata esta película.
Qué es más doloroso, ¿nuestras invenciones o enfrentar la vida real?. Ese el eje central de esta obra pero, en el transcurso de la trama, uno puede ser un espectador de lo bueno y de lo malo que esta elección puede traer a la vida del personaje. Para esto nada mejor que aplicar el principio: “análisis de un todo, por sus partes”.
Por que la existencia es absurda y a la vez milagrosa, ¿Quiénes somos?, ¿Por qué existimos?, ¿Qué plan buscamos alcanzar con nuestra vida?. Todas estas preguntas se nos presentan, al ir analizando el comportamiento del personaje de la película.
Un hombre que es director de obras de teatro, con éxito; la causa de que le entreguen una cuantiosa beca para que realice la obra magna de su vida, una tarea que lo perturba y excita de tal forma que olvida que la vida real no sólo está llena de nuestro realidad, si no de la realidad de los demás.
El personaje está casado con una pintora, tienen una pequeña niña y viven en una casa pequeña con todas las comodidades para su estilo de vida; hasta que un día sucede un accidente dentro de la casa y el personaje tiene que ir al doctor, a partir de este momento sus vidas se transforman y, lo que parecía algo estable, se desmorona y se trasforma en recuerdos lejanos.
Así es como Caden, el personaje principal, decide construir una obra de teatro con un escenario gigante, donde todo se desarrolle en representación a los acontecimientos de la vida real y, como eje, todo debe partir de su existencia, porque él debe ser el personaje principal de la obra, hecho que hace vagar entre la realidad y la fantasía.
Esta película del director y guionista Charlie Kaufman, nos presenta una obra que puede ser sorprendente, fascinante y brillante pero, de la misma manera, si no se tiene paciencia puede trasformarse en una película aburrida, confusa y poco practica. Una producción como ésta necesita de dos partes, tanto la emoción que quiere transmitir, como la aceptación que el espectador tenga de ella.
Es una película muy difícil de ver, es recomendable verla dos veces para tener un panorama más completo. Al final del día, somos lo que queremos ser, sentimos lo que deseamos y entendemos óolo lo que queremos entender.
Estreno en agosto del 2008.
Producción americana.
Actores principales: Philip Seymour Hoffman y Catherine Keener.
Duración: aproximadamente dos horas.
Gabrielle Vallejo M.
me agrada ver que escriban acerca de mika considero que es un chavo talentoso e innovador, en cuanto a sus escritos me sutan muxo ojala esta revista siga por buen camino.
ResponderEliminarsaludos.
atte: ludyiya