Junio 2011, 3er aniversario

Cuando uno crece comienza a preguntarse qué es lo que está haciendo, si lo que hace está bien o está mal, a dónde nos llevan esas decisiones y sobre todo, si estamos a gusto con ellas.

La motivación llega con los resultados. El Muro cumple este mes de Junio de 2011 su tercer aniversario, y nos sentimos sumamente contentas de poder decir que, cada edición es un espejo de nuestros deseos y de nuestros corazones. Cada hoja es fiel a nosotras mismas.

A lo largo de estos tres años hemos enfrentado retos de verdad importantes, también disfrutamos de nuestros triunfos, pero, lo más delicioso es poder conocer y compartir este espacio con gente tan apasionada como nosotras.

Nuestros lectores y colaboradores alimentan a esta publicación y a sus humildes soñadoras que siempre buscan hacer lo mejor para ustedes.

En esta ocasión, no solamente presentamos nuestra fabulosa portada de “gala”, elaborada artesanalmente por las soñadoras y nuestros diseñadores, también nos permitimos presentar, en esta primer hoja, una verdad muy especial… la verdad de ser escritores y seres humanos… en boca de uno de nuestros colaboradores:

Reflexión Primera:
No sé si mis versos formen un poema, y si realmente mis poemas tengan poesía. Yo le escribo al amor en cualquiera de las formas concebidas por el Hombre. Le escribo a la mujer en su grandeza cósmica, madre de todo ser pensante sobre La Tierra.

Escribo para mitigar la cruda antipatía a la vida, y recuperar la luz del sol en mis ojos. Escribo porque para mí, no hay mejor manera de aprender a llorar de alegría.


- Daniel Cadena B.

Soñadoras, colaboradores, lectores… amigos… Muchas gracias por todo el apoyo, desde el fondo de nuestros corazones.

Bienvenidos a El Muro, con tres añitos!!

Sinceramente:
Ivonne Mancera
Directora Editorial

martes, 15 de junio de 2010

El Resplandor. Por Jesús Brilanti T.

“Comencé pintando como adulto y terminé pintando como niño”
Pablo Picasso,
el gran genio del siglo XX.


Corría el año de 1881 y en Málaga, España, una mujer se debatía entre la vida y la muerte en la labor de parto; cuando la partera hubo sacado el producto, determinó que estaba muerto. La madre se conmocionó, el cuerpo del bebé fue depositado en una mesita un tanto retirada del lecho de la madre a quien todo mundo rodeó para intentar reconfortarla, sobre todo su esposo.
Del pequeño cuerpecito nadie se apiadó pensando que sería inútil reconfortar un cadáver.

La única persona que se acercó al pequeño ser aquel, inerte sobre la superficie de la mesa aislada, fue quien vendría siendo su tío, se mantuvo observando al infante por segundos mientras fumaba un puro, lo sacó de su boca, se acercó al rostro del bebé y expulsó una bocanada de humo sobre él. El bebé a quien creían todos muerto comenzó a toser, la habitación aquella se llenó de incredulidad y felicidad a la vez.

El padre del niño era un profesor humilde que en sus ratos libres gustaba de la pintura; cuando el niño creció entró al pequeño taller donde su padre acostumbraba pintar, encontró un cuadro de una paloma a la cual no se le había terminado de pintar las patas. El pequeño tomó los pinceles y culminó el cuadro. Cuando el padre observó la magnificencia con la cual su hijo había culminado la obra, tomó sus pinceles y pinturas y se las regaló al niño, desde entonces el infante se enamoró de la pintura, su eterna amante la cual lo acompañaría hasta su muerte.

El niño genio era conocido como Pablo Picasso y desde muy joven comenzó a ganar destacados premios en el mundo de la pintura, ya para 1899 a los 18 años había obtenido importantes galardones a nivel nacional.
Poco después, el padre del que sería el más grande pintor del siglo XX, teniendo tanta fe en el muchacho le entregó todos sus ahorros para que se fuera a estudiar pintura a París. Una vez instalado en la capital de Francia y del arte, Picasso vivió los diez años más difíciles de su vida abatido por una gran pobreza, a tal grado que compartía un pequeño departamento con un escritor y tenían que dormir en la misma cama, a falta de espacio, así que Picasso trabajaba toda la noche mientras el escritor dormía, y durante el día Pablo dormía, mientras el escritor trabajaba. Una fría noche, para no congelarse, Picasso tuvo que hacer una fogata con todos sus bocetos y dibujos que había hecho en un año; hoy día esos “papeles” hubiesen costado miles de dólares.

Por esa edad el joven Picasso se cansa, se hastía de pintar a la naturaleza, pues según él, lo único que hacía era imitar y lo que verdaderamente él deseaba era crear. Tiempo después logró lo que pocos artistas encuentran: un estilo propio.

La mayoría de personas encasilla a Picasso en el estilo cubista, cuando no debe ser de tal manera. El trabajo de Pablo pasó por varias etapas y estilos. Comenzó siendo realista, después se fue desprendiendo de tal estigma hasta llegar a una etapa semi-realista. Estuvo también posicionado en un Periodo Clásico.

A raíz de la muerte de un amigo suyo escritor, Picasso entra a su Periodo Azul, donde predomina en su obra tal color y plasma las formas de mendigos, personas tristes, ebrios desolados y madres laceradas por la pobreza.

De baja estatura, corpulento, de cabello negro y ojos azabache, siempre usando pantalones azules de trabajo y un suéter insustituible de por vida, algunas personas lo confundían como obrero.
En los primeros cinco años que pasó en París, Pablo dio vida a 200 cuadros y aunque muchos se expusieron, pocos se llegaron a vender.

Las personas se burlaban del arte de Picasso, porque simplemente no lo comprendían, él pintor decía que sus cuadros eran los que se burlaban de las personas.

En 1906, una mujer que otorgó apoyo a muchos pintores de la época, Gertrude Stein, dio un gran impulso a Picasso pues le solicitó un retrato de ella, después la mujer lo mostraba a sus amistades y les persuadía de que compraran obra al maestro Pablo.
Un tiempo estuvo trabajando en su Periodo Rosa; después encontró un idealismo en el arte primitivo, sobre todo en el rumbo africano, el cual estudió a fondo y después se interesó por lo que el pintor Paul Cézanne había comenzado a estudiar con su obra “el cilindro, la esfera, el cono”. Muchos consideran como padre del cubismo a Cézanne, y tal vez así lo sea, pero quien lo llevó a su cúspide es Pablo Picasso, por ello el maestro español es encasillado en dicho estilo.

Picasso, con su cubismo atrajo a millares de artistas, sobre todo a los llamados “fauvistas” quienes abandonaron dicho estilo lleno de audaces combinaciones de color para enclaustrase en la monotonía del cubismo, entre ellos mencionaremos a Rouault, Vlaminck, Dufy y Braque quienes gustosos aceptaron la nueva corriente. Sin embargo, a quien no le agradó el nuevo estilo fue al “padre” de los fauvistas: Henri Matisse, quien nunca aceptó el cubismo y con intención totalmente despectiva fue quien acuñó el término “cubismo”.

En abril de 1937 a causa de la primera Guerra Mundial, la ciudad española de Guernica fue destrozada por la aviación alemana. Picasso en menos de dos meses pintó su famoso cuadro “Guernica” que llegó a ser la pintura más discutida de la época. Guernica semejaba un enorme rompecabezas, con un caballo atravesado por una lanza, un toro, una bombilla eléctrica, una casa incendiada, un soldado muerto y otros elementos que causaban muchas interrogantes.

En la Segunda Guerra Mundial, los alemanes prohibieron en París exponer a Picasso, pero le permitieron seguir trabajando en su estudio; en una ocasión llegó a tal lugar un oficial alemán y le pregunto a Pablo: “¿Usted hizo el Guernica?”. “No -contestó el pintor- fueron ustedes”.
Políticamente Picasso era de tendencia comunista y anuncio públicamente su afiliación a tal partido.

Picasso ha sido de los pocos artistas que ha visto la gloria del reconocimiento en vida; siempre expresó que deseaba ser millonario para vivir como pobre, y así fue. Millonario, siempre comió modestamente y vistió de manera sencilla, como un campesino.
Criticado por su carácter y su emotividad. En una ocasión el maestro Picasso invitó a algunos amigos artistas a comer a un restaurante, cuando culminaron, pidió la cuenta y pagó con un dibujo en una servilleta, el gerente se acercó y le dijo: “Maestro, falta la firma”. Picasso le observó y contestó: “Estoy pagando la cena, no estoy comprando el restaurant”.

Su primer matrimonio lo tuvo con la bailarina rusa Olga Koklova con quien tuvo un hijo: Pablo. Fuera de ese matrimonio tuvo otros tres hijos: Maia, Claude y Paloma.
Es importante recalcar que Pablo Picasso no sólo fue pintor sino bien puede ser recordado por destacado escultor, ceramista, aguafuertista, y perito en artes gráficas.
Falleció en 1973 en Mougins.

Para culminar me gustaría hacerlo con una frase relatada por el mismo:
“Mi madre de pequeño me dijo que si estudiaba para ser sacerdote sería Cardenal; que si estudiaba para militar llegaría a ser General; estudié pintura y llegué a ser Pablo Picasso”.


Por Jesús Brilanti T.

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