Junio 2011, 3er aniversario

Cuando uno crece comienza a preguntarse qué es lo que está haciendo, si lo que hace está bien o está mal, a dónde nos llevan esas decisiones y sobre todo, si estamos a gusto con ellas.

La motivación llega con los resultados. El Muro cumple este mes de Junio de 2011 su tercer aniversario, y nos sentimos sumamente contentas de poder decir que, cada edición es un espejo de nuestros deseos y de nuestros corazones. Cada hoja es fiel a nosotras mismas.

A lo largo de estos tres años hemos enfrentado retos de verdad importantes, también disfrutamos de nuestros triunfos, pero, lo más delicioso es poder conocer y compartir este espacio con gente tan apasionada como nosotras.

Nuestros lectores y colaboradores alimentan a esta publicación y a sus humildes soñadoras que siempre buscan hacer lo mejor para ustedes.

En esta ocasión, no solamente presentamos nuestra fabulosa portada de “gala”, elaborada artesanalmente por las soñadoras y nuestros diseñadores, también nos permitimos presentar, en esta primer hoja, una verdad muy especial… la verdad de ser escritores y seres humanos… en boca de uno de nuestros colaboradores:

Reflexión Primera:
No sé si mis versos formen un poema, y si realmente mis poemas tengan poesía. Yo le escribo al amor en cualquiera de las formas concebidas por el Hombre. Le escribo a la mujer en su grandeza cósmica, madre de todo ser pensante sobre La Tierra.

Escribo para mitigar la cruda antipatía a la vida, y recuperar la luz del sol en mis ojos. Escribo porque para mí, no hay mejor manera de aprender a llorar de alegría.


- Daniel Cadena B.

Soñadoras, colaboradores, lectores… amigos… Muchas gracias por todo el apoyo, desde el fondo de nuestros corazones.

Bienvenidos a El Muro, con tres añitos!!

Sinceramente:
Ivonne Mancera
Directora Editorial

domingo, 23 de mayo de 2010

Letra Escarlata. Por María G. Barrón A.

La cura para el insomnio: delirio premeditado pero no querido.

Me marchó. Las noches no me aguardaran, las noches quedaran vacías….no hay más remedio que dos pastillas.

Sé que he pasado más tiempo soñando de día y viviendo de noche, pero se ha cansado: mi cuerpo decidió que eso era malo para mi mente. Siempre he creído que la noche es mi lugar favorito. Nunca desprecie dormir de día ni mucho menos “desvelarme”. Esa era mi condición hasta hace unos días. Volveré a decir que yo no creo que mis facultades indiquen que esto me sea necesario. Pienso en todos los momentos en que no estaré sentada en mi cama fumando un cigarrillo en las madrugadas. Bellas noches. Creo que será difícil.

¿Todo es tan fácil? No lo creo… tal vez hacerme a la idea resulte sencillo pero… vivirlo no. Es una paradoja singular… la vida me parece tan fácil: un día naces y cualquier otro día puedes morir.
Pero hay tantas complicaciones en el camino. La mentira parece ser una de ellas pero hay veces en que la verdad parece ser peor. Algo más impreciso que todo esto: ¿Qué es la verdad…qué es la mentira? Ambos conceptos me parecen absolutamente relativos. ¿Qué relación podría yo encontrar entre ambos? La verdad se ve tan lejana y, a veces, la mentira es cosa de todos los días, al final dudo de las dos cosas… el tiempo y el espacio… basta de argumentos.
Pensaré en la muerte. Otra cosa interesante en este mundo: la misteriosa muerte. Si la cuestión es ser y no estar, llegó al punto de creer que la muerte es nada, quizá después de ella siga siendo… aunque no esté aquí en esto que, convencionalmente, es llamado “realidad”… nuestra propia ficción… no… mi propia ficción.

Vivir cada segundo y al mismo tiempo ser asesino del propio tiempo… ¿Será que es mío el tiempo?... un bello sol, una hermosa luna, una bella canción… un beso.
¿Algo de todo eso es mío?... Un corazón… muchos, infinitos latidos… en la vida mil momentos que parecen uno, que serán nada pero que, por el momento, son.
Antes de despedirme quiero esos momentos, aunque no sepa si son o no míos, aunque los tenga que robar… uno por uno… aunque el café, los cigarros, los amigos sean mi ficción… un mundo del cual pretendo ser consiente. Aun lo quiero, aun no sabiendo que es lo que en realidad espero. Lo quiero.

Por momentos creo que me volveré loca. Pensar en dormir de noche y buscar cosas que hacer en el día, a eso yo le llamo una pesadilla, esos malos sueños de los cuales quisiera despertar cuando al final se que no es un sueño.
El mundo es total y autoritariamente absurdo. Magenta, cian, amarillo. Cielo y tierra. Tantas cosas que se dicen por ahí. Y el negro ausencia… ¿Ausencia de qué? Ese es el preciso momento en que sé que sigo aquí (lo que sea que signifique eso), la negra noche… la oscura y ausente noche; que promete tomarme por sorpresa…que quería que le siguiera eternamente.
Puede que sobreviva, espero que no sea por mucho tiempo; quizá después vuelva a ver la noche como hoy: la luna y el cielo oscuro… la noche.
Por ahora me quedan los sueños… en los sueños podré soñar y si mi mente no me lo niega recordaré por las mañanas todo lo que sucedió en ese eterno momento… en donde todo pasa y nada ocurre… como en esta vida… como en esta ficción.

María G. Barrón A.


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Un buen descuido

Deje la luz prendida,
Las ventanas cerradas,
Los recuerdos en el olvido,
La vida pasada se fue con el fastidio.

Guarde todo para un después,
Pensando que nunca llegaría,
Sabiendo que al fin encontraría
Lo que no quiero.

Figura una voz extraña,
Es mi conciencia,
Debí olvidar guardarla.
Mientras un acto de escapismo,
Realizó la vergüenza.

María G. Barrón A.

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