Junio 2011, 3er aniversario

Cuando uno crece comienza a preguntarse qué es lo que está haciendo, si lo que hace está bien o está mal, a dónde nos llevan esas decisiones y sobre todo, si estamos a gusto con ellas.

La motivación llega con los resultados. El Muro cumple este mes de Junio de 2011 su tercer aniversario, y nos sentimos sumamente contentas de poder decir que, cada edición es un espejo de nuestros deseos y de nuestros corazones. Cada hoja es fiel a nosotras mismas.

A lo largo de estos tres años hemos enfrentado retos de verdad importantes, también disfrutamos de nuestros triunfos, pero, lo más delicioso es poder conocer y compartir este espacio con gente tan apasionada como nosotras.

Nuestros lectores y colaboradores alimentan a esta publicación y a sus humildes soñadoras que siempre buscan hacer lo mejor para ustedes.

En esta ocasión, no solamente presentamos nuestra fabulosa portada de “gala”, elaborada artesanalmente por las soñadoras y nuestros diseñadores, también nos permitimos presentar, en esta primer hoja, una verdad muy especial… la verdad de ser escritores y seres humanos… en boca de uno de nuestros colaboradores:

Reflexión Primera:
No sé si mis versos formen un poema, y si realmente mis poemas tengan poesía. Yo le escribo al amor en cualquiera de las formas concebidas por el Hombre. Le escribo a la mujer en su grandeza cósmica, madre de todo ser pensante sobre La Tierra.

Escribo para mitigar la cruda antipatía a la vida, y recuperar la luz del sol en mis ojos. Escribo porque para mí, no hay mejor manera de aprender a llorar de alegría.


- Daniel Cadena B.

Soñadoras, colaboradores, lectores… amigos… Muchas gracias por todo el apoyo, desde el fondo de nuestros corazones.

Bienvenidos a El Muro, con tres añitos!!

Sinceramente:
Ivonne Mancera
Directora Editorial

lunes, 29 de marzo de 2010

Creencias. Por Gabrielle Vallejo M.

La Lectura de Café


A mi prometido y a mi nos fascina tomar café mientras platicamos del mundo, de nosotros y de nada. Muchas veces el café es como un afrodisíaco que nos estimula la lengua y la charla se prolonga y se hace mágica.

Un día mientras disfrutábamos un atardecer maravilloso en la ciudad de Guanajuato, decidimos acompañarlo con unas tazas de café, el clima estaba un poco frío y parecía que pronto comenzaría a llover.

Cuando nos sirvieron el café la charla paso de uno a otro tema, de pronto vimos a una señora que tomaba la taza de la muchacha que estaba sentada con ella; la señora hablaba fuerte y le decía que en el fondo de la taza se veía que un hombre del pasado que fue muy importante para ella había regresado y que, en los siguientes días, lo iba a encontrar al llegar a su casa; nosotros nos sorprendimos por que nunca habíamos visto a nadie que leyera el café o que dijera que lo leía, y entonces le conté a mi prometido las historias que me contaba mi mamá.

Cuando ella era joven e iba con sus amigas a una cafetería en el centro de Irapuato a que les leyeran el café, le platique que mi mamá me contó que a la lectura del café se le llamaba Cafeomancía, por que se considera como un arte adivinatoria o como oráculo para ver el futuro.

Es un arte adivinatorio muy antiguo que se usaba para pronosticar los resultados de una guerra o como le iría a una novia en su matrimonio.
Primero que nada la persona tiene que tomarse una taza de café normal y sólo, antes de tomarlo se acostumbra magnetizar el café con un péndulo (hay mas técnicas); posteriormente se ve como van quedando los pedacitos de la semilla triturada en el fondo, borde y paredes de la taza, se dice que se le tiene que tomar siete veces a la taza. Se le da vueltas a la taza y se deja reposar siete minutos y siete segundos.

Posteriormente se comienzan a observar los símbolos que se hayan marcado en la taza.
Así que los símbolos plasmados a los lados indica las circunstancias que están por suceder y las figuras del fondo señalaran eventos del futuro.
Datos curiosos nos dicen que las personas más aptas para leer el café son las mujeres y sobretodo las mujeres de origen armenio, además se dice que para una buena lectura el café debe estar recién molido.
Cuentan que esta arte adivinatorio comenzó en Turquía y Siria, y en America comenzó a practicarse a principios del siglo XX; gracias a los inmigrantes que llegaron a America, al paso del tiempo se convirtió en un negocio.
Existe una historia muy conocida por la mayoría de los pueblos de oriente que cuenta que la lectura del café se originó a partir de que, hace unos 1.000 años una de las mujeres de un sultán poseía grandes poderes de clarividencia y, debido a la cantidad de tiempo que pasaba sin hacer nada, desarrollo esta técnica al darse cuenta que la borra del café dejaba ver imágenes luego de ser consumido todo el café.

Una vez descubierto esto, comenzó con esta práctica a modo de entretenimiento junto con el resto de las concubinas. Después las caravanas de beduinos se sentaban alrededor de las fogatas a continuar esta tradición para saber que les esperaba mas allá, así que se ha transmitido por medio de la palabra de generación en generación por lo cual no hay mucha información acerca de este arte adivinatorio.

Pero al final nosotros somos los que aceptamos si es verdad, o sólo un antiguo cuento de las noches junto a la fogata en el desierto.

Gabrielle Vallejo M.

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