Vive, camina, ama, madurar, comprender, viajar, tolerar, existir, muerte, instinto…
Música… LA BARRANCA.
Saca los ojos de la tierra para mirarte desde el viento y angustiarte por la fortuna de seguir de pie, para comprender lo banal del problema existencial más profundo, caótico y estúpido… abre los ojos a lo profundo de tu cuerpo, al desgaste, a lo sano. Agudiza el oído ante lo más silencioso, previa atención a lo más ridículo, asómbrate con lo más sencillo y pregúntate si es real lo que has visto.
¿Metáfora?, ¿descaro?, ¿poesía?, ¿blasfemia?, ¿filosofía?, ¿tonterías?, ¿banalidades?... para tratar de cosas serias sólo una composición armónica, consciente, coherente, apocalíptica y místicamente auditiva.
Al principio es la simple intención de degustar y compartir el conocimiento, la forma personal y por mucho peculiar de trotar por cada punto que a simple vista parece ser el más insipiente de todos, la madurez de los sentidos y la percepción metafísica o surrealista de cada onda en el aire.
Al final son sólo letras encaminadas por los acordes que se dirigen a oídos cuya intención es privarse de un mundo que sólo puede ser decodificado por los elementos que crean y conforman ese caos. Al final… un interesante y metafórico caos.
Una composición musical es, por mucho, algo muy complejo desde ser sólo la intención hasta su concepción. Decir que algún sonido ordenado por el hombre trasciende, más allá del interés plasmado en un plástico con personajes históricos, para posarse en la cumbre de la expresión emocional, no es algo que todo, estúpidamente autodenominado, músico o artista pueda ofrecer con tal humildad y creativa destreza.
A un sin fin de cabezas les es desconocido el nombre de este lugar y más ajeno el de cada uno de sus componentes vitales, quizá no importen tanto; para varios, cada uno es escuela, cada letra una lección, inspiración o invitación a todo, para menor comprensión y roce con la verdadera nada.
José Manuel Aguilera, Federico Fong, Alfonso André, ”Cox” Gaitán, Alejandro Otaola, Alonso y José María Arreola, son ,y fueron, el núcleo que desprende desde hace poco mas de 3 lustros, 10 piezas de estructura madura constante reinvención y aplicación de la experiencia obtenida en cada paso en cualquier sentido.
Date un pequeño espacio para destemplar las memorias, las experiencias, tradiciones, estupideces y obscenidades de cada uno de tus tiempos y vuelve a encarnarlos, se más agudo a los detalles, “deja que afuera se maten entre todos, cojamos con las manos esta tarde… mientras dure”, prepara un viaje hacia LA BARRANCA.
Para empezar:
“Al final de la playa
Zafiro
Una tarde en la vida
Nueva vida
En el fondo de tus sueños
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