El tiempo transcurre en un espacio incomprensible, entre un presente, un inicio y un final, es un dios que no está quieto y odia esperar, no entiende entre quizás y novedad.
El tiempo es inflexible, malicioso y suspicaz, a veces usa lentes para ver mejor lo que está por atropellar, antes de bailar la última canción a la caída del sol llama a los mortales y les susurra un par de verdades.
El tiempo quiere algo pero, es tan inquieto que, cuando lo tiene lo deja de querer, tan sólo para que pocas horas después lo quiera tener otra vez.
El tiempo es un niño berrinchudo, enojón, incontenible y poco comprensible, nunca espera a nadie y nunca permite que le respondan con justificaciones.
El tiempo se porta mal con los que no conocen su personalidad y con los que lo desperdician y lo tratan mal, cuando trata de reconciliarse con él, se marcha corriendo y nadie lo puede alcanzar.
El tiempo es un mago medieval que busca la causa y provoca efecto para que la vida pueda continuar.
El tiempo puede ser mentira y verdad dependiendo del invitado que lo mire y le pida que le narre un cuento de Navidad.
El tiempo puede ser el amigo o el enemigo fugaz que siempre nos presiona pero, también, nos da más y más, qué le pedimos al tiempo y qué le damos para compensar.
Dulce tiempo pasa lento, dulce tiempo pasa volando, que necesito que pase esto.
Gabrielle Vallejo M.
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Mi Perro chulo
Mi perro chulo gracias por llorarme no es necesario que te desgaste tanto, yo sé que existes y que buscas mi mirada fugaz.
Mi perro chulo no te enojes, estos años a tu lado he sido muy feliz, pues de ti sólo he recibido regalos.
Mi perro chulo no sufras más, no dudes que te veo y que siempre me pregunto qué es lo que te pasa y por qué no cambias para mejorar.
Mi perro chulo no te confundas más, pues la desgracia es que me voy para no regresar jamás pero, ¿a quién le vas a entregar tu vida y tu amor incondicional?.
Mi perro chulo no es necesario que llores tanto, nadie nunca ocupara tu lugar.
Mi perro chulo no soy tu dueña, entiéndelo ya, te agradezco tu devoción y tus ánimos de amor, pero no necesito que me cuides o que me mires más.
Mi perro chulo ya no te enojes más y deja de ladrar.
Gabrielle Vallejo M.
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El amor que espera
El amor que espera
Esperare algunos días a que tú regreses, pasare el tiempo frente a la ventana, soñare que regresas a casa y que veo tu dulce figura descansando por fin en esta cama.
Te adoré toda la vida y por eso te espero feliz en esta casa, bajo este techo que te vió crecer y volar.
Pero la soledad se ha estado haciendo más pesada estos días, la casa se ve de un gris rata y nada parece tener vida a la redonda, las cosas parecen no ser mías, ni tuyas y ya no reconozco nada.
Tu recuerdo en mi cabeza se esfuma dolorosamente, me asomó al closet para oler tu ropa y buscar tu recuerdo en alguna bolsa de los suéteres o las chamarras, pero el aroma se ha desvanecido ya.
Las estaciones ya han cambiado y se han repetido de nuevo y yo escucho a lo lejos la misma canción de cuna, esa melodía que tú tanto adorabas.
Esperare algunos días más a que se cumpla tu regreso, ocupare mis horas mirando la ventana y recordando otros años, otras sonrisas y dulces momentos juntos de la mano.
Deseo que regreses, aquí siempre te estaré esperando, ya deseo que la guerra termine.
Gabrielle Vallejo M.
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