Los poetas malditos…
“La verdadera realidad no esta más que en los sueños”. Charles Baudelaire.
Así fueron ellos: las poetas malditos, seres caóticos de naturaleza melancólica, y deseosos por evadir la realidad que comprendían pero que en definitiva nunca quisieron aceptar.
El nombre surge del titulo de la prosa poética del escritor francés Paul Verlaine publicada en 1884, en la que nombra a seis poetas incluyéndose así mismo como “Pauvre Lelain”. Comienza con una introducción de la cualidad que los hace “poetas malditos” y luego aborda a los escritores: Tristan Corbiére, Arthur Rimbaud, Stephane Mallarmé, Marceline Desbordes-Valmore, Villiers de L’Isle Adam y Pauvre Lelian.
Posteriormente con este nombre serían conocidos los escritores con vidas marcadas por la tragedia, los vicios y un extraordinario genio poético. Hay en especial cuatro escritores que enmarcan este cuadro oscuro: Chales Baudelaire, Stéphane Mallarmé, Paul Verlaine y Arthur Rimbaud. Estos escritores forman parte de un círculo de poetas malditos nacidos en Francia en el siglo XIX que coincidieron en los movimientos literarios de la época cambiando del parnasianismo al simbolismo y colaborando en la poesía con elementos como el verso libre y propuestas que le dieron forma a la literatura contemporánea.
Charles Baudelaire el patriarca de los poetas malditos, padece durante toda su vida arrastrado por la tragedia, fue un dandi y seguidor de los excesos, amante febril del alcohol y dicen, de otras drogas, la desdicha lo persigue contrayendo sífilis enfermedad que lo llevaría a la tumba. Estuvo influenciado por Edgar Allan Poe (que más tarde será incluido como poeta maldito) de quien traduciría gran parte de su obra. Transmite en su poesía una singular admiración por la belleza y el rechazo de la realidad así como su intenso deseo por abandonarse al mundo de los sueños. Su obra Las flores del mal es la carta magna de la poesía maldita constituida por un compendio de poemas en el que se muestra el mundo bohemio y melancólico rodeado de excesos que vendrá inspirado por su tan desgraciado destino, lo que será una tendencia en estos poetas.
Stéphane Mallarme se aleja de lo trivial, inmerso en la concepción honda y dolorosa del acto mismo de la creación. Busca en la poesía una solución al problema de su destino. El hastío, la fatiga y el vacío son los fantasmas que habitarán su obra acompañada por un exceso en la pluralidad de significados. Es considerado el máximo exponente del simbolismo así como uno de los grandes fundadores de la literatura contemporánea.
Paul Verlaine admirador de Baudelaire, comienza como parnasianista, dándole mayor importancia a la forma que al sentido. Una de las obras que le da prestigio es Romanzas sin palabras supuestamente inspiradas por el que fuera su amante Arthur Rimbaud quien trastorna el mundo de Verlaine, tanto que cuando este quiere dejarlo Verleine le dispara y es condenado a dos años de cárcel. Después de eso Verlaine se convierte al catolicismo y su vida se debate entre la embriaguez y el arrepentimiento. Con la llegada de su libro Los poetas malditos se convierte en escritor simbolista.
El talento adolescente de Rimbaud es descubierto por Verlaine de quien sería discípulo por algún tiempo. Rimbaud escribe El barco ebrio a los 16 años, este es uno de sus poemas más sobresalientes, utiliza el verso libre y lo “embriaga” de simbolismo. Otra obra que lo daría a conocer es Iluminaciones, obra breve, densa y deslumbrante origen de las tentativas poéticas modernas más diversas. Rimbaud quería cambiar al hombre haciéndole tocar lo más hondo del ser y llegar hasta el corazón de lo inconciente.
Todos ellos fueron grandes soñadores que tuvieron una visión distinta a la de sus contemporáneos…embaucaron la realidad en sus sueños…borrando de si mismos lo que no querían ser con su vida, sus tristezas y el destino que los cubrió de sombras hasta que los consumió la muerte poderosa a la cual amaban tanto.
María G. Barrón A.
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